La cabeza del soldado histérico cae en el suelo a mis pies. La miro con indiferencia mientras los demás soldados se mantienen inmóviles en posición de ataque.
-Ha empezado él.
El verdugo se queda a mi espalda envainando de nuevo su mandoble. El mensajero baja su arma y vuelve a hablar, ésta vez con un tono mucho más seco.
-Voy a olvidar este hecho porque ha atacado sin que yo lo ordenase y sin esperar a los demás. Se arriesgó demasiado. En cuanto a ti, quedas avisada.
Entonces los jinetes se dan la vuelta y se alejan. Curioso episodio como poco. Me giro y veo la cabeza del jinete restante y la cojo.
-Creo que ya se qué voy a hacer contigo. Pero la cuestión es, ¿qué hacemos con ellos?
Hora de decidir. El siguiente movimiento de Mukhne se decidirá a través de vuestros votos. Podéis dejar vuestro comentario bajo esta misma entrada, en la publicación de Facebook de la página «La Cueva de la Sangre» o en twitter con el hastag #LCDLS. La pregunta en ésta ocasión es la siguiente:
¿Atacar el reino de Tomoreth con todas las fuerzas o seguir enviando pequeñas escaramuzas para que se pongan más nerviosos? Tenemos estas cuatro opciones:
- Atacar con todas las fuerzas sin esperar más.
- Atacar con pequeñas escaramuzas para que sigan poniéndose más nerviosos, ver cómo reaccionan..
- Seguir intentando provocar un conflicto entre Tomoreth y Balgten.
- Hacer caso al mensajero y desistir. No se sabe con cuanto ejército pueden contar.
Rendirse no es una opción y ella lo sabe.
Me gusta jugar.
Juguemos.
Los mensajitos siempre me han gustado mucho.
Y como ya ha estrenado al Verdugo… 😦
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